Desde muy temprana edad, Manuel encontró en la poesía un refugio y una forma diferente de entender la realidad. Influenciado por su padre, quien estudió letras y fomentó en sus hijos el amor por la lectura sin restricciones, descubrió en la poesía una manera libre y mágica de expresar lo ordinario como algo extraordinario.
A los 13 años, su pasión se profundizó al leer clandestinamente «Oda a las Estrellas» de Francisco de Quevedo, obra que sigue influyendo en su escritura. La antología de Pablo Neruda, obsequio de su padre semanas después, marcó su juventud y moldeó su percepción de la naturaleza y el amor.
El arquitecto y muy querido amigo Manuel Tuda, creador de “Semilla de Jacaranda”, compartió detalles íntimos del proceso creativo que ha dado lugar a escritos únicos y significativos que reflejan la autobiografía que particulariza a su obra.
Influencias Literarias que Forjaron su Estilo
A lo largo de su vida, el arquitecto ha sido impactado por poetas como:
- Rabindranath Tagore: Con «Luciérnagas» y «El Jardinero», mostró la atemporalidad y misticismo de la naturaleza.
- Poetas de Haikús Japoneses y Chinos: Anónimos de los siglos IX al XIII, cuyas breves composiciones capturan la esencia de momentos fugaces.
- Aline Pettersson: Su poesía fúnebre y sensual aportó profundidad emocional a su obra.
- Poetas Nahuas: Recopilados por Miguel León Portilla en «Trece Poetas del Mundo Azteca», enriquecieron su conexión con sus raíces.
Sin embargo, los poetas que más han influido en su trabajo son Federico García Lorca, José Emilio Pacheco e Inger Christensen, quienes combinan misticismo, sensualidad y un lenguaje moderno que el artista aspira a emular.
El Proceso Creativo: Preexistencia y Transformación
El concepto de preexistencia es central en su proceso creativo, abordado de dos formas:
- Blackout Poetry: Inspirado por Austin Kleon, utiliza textos existentes de cualquier temática y, mediante la eliminación selectiva de palabras, crea poemas nuevos que ofrecen una perspectiva renovada sin perder la esencia original.
- Tributo y Evolución: Reconociendo la grandeza de otros escritores, transcribe textos que le impactan y los modifica progresivamente en 8 a 10 iteraciones hasta obtener una obra distinta y personal, siempre citando al autor original.
La Poesía como Reflejo y Morada Interior
Para Manuel, la poesía es comparable a una casa: un espacio habitable que invita a transitar por sus palabras y a reflejarse en ellas. Busca que sus lectores encuentren en sus poemas un espejo de sus propias experiencias y emociones, generando conexiones profundas y personales.
Integración de la Ilustración y Elementos Táctiles
Aunque no se considera ilustrador, en su proyecto «Semilla de Jacaranda», incorpora composiciones florales y texturas que complementan y amplifican las emociones de sus poemas. Prefiere el uso de objetos físicos y la máquina de escribir, apreciando las limitaciones y posibilidades que ofrece en términos de tipografía y composición visual.
La Intersección entre Literatura y Arquitectura
Como arquitecto, Tuda encuentra paralelismos entre la literatura y la arquitectura a través de la preexistencia. Se inspira en obras como el Pabellón Nórdico de Sverre Fehn y la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright, donde el entorno y la naturaleza son elementos integrales del diseño.
“La conexión con la naturaleza siempre ha sido algo que me encanta, la poesía
también me ayudaba a interiorizar mis emociones y a poder nombrar aquello que
estaba sintiendo” agrega el arquitecto.
Cree firmemente que crear a partir de lo existente enriquece tanto la arquitectura como la literatura, permitiendo celebrar y reinterpretar lo que ya está presente en el mundo.
Fusión de Conceptos: Más Allá de la Estructura y la Palabra
Referenciando a Juhani Pallasmaa, Peter Zumthor y John Hejduk, mi estimado amigo explora cómo los espacios arquitectónicos y literarios pueden resonar con las personas a través de sensaciones térmicas, olfativas y táctiles. En su recopilación de haikús «Percepciones de Medio Cuerpo», captura memorias y emociones ligadas al hogar y la familia. Uno de sus haikús más queridos evoca la tranquilidad de escuchar a su padre llegar a casa:
«Encuentro placer al escuchar tus pasos Entrando a casa.»
Manuel Tuda continúa innovando en la intersección de la poesía y la arquitectura, invitando a otros a descubrir nuevas formas de experimentar y comprender el mundo. Su trabajo no solo enriquece el panorama cultural, sino que también ofrece espacios—literarios y físicos—donde las personas pueden encontrarse a sí mismas y a los demás.