La guerra contra el fraude se intensifica. Mientras los criminales usan inteligencia artificial para robar millones, los gobiernos responden con un plan de choque digital para recuperar recursos y la confianza ciudadana.
Por Rodrigo Pujol
Los ciberdelincuentes están subiendo el nivel. En los últimos cinco años, los ataques con inteligencia artificial (IA) a instituciones gubernamentales han aumentado un sorprendente 70%, según un reciente estudio de Coleman Parkes y SAS. El resultado es una crisis de confianza pública y pérdidas millonarias que desangran los presupuestos estatales. Pero, ¿y si la solución al problema no estuviera en huir de la tecnología, sino en abrazarla?
El informe global, titulado «Confianza y transparencia: combatir el fraude para maximizar la eficiencia de los programas públicos», revela un panorama alarmante: casi todos los 1,100 funcionarios encuestados han sido víctimas de fraudes habilitados por IA. Desde identidades sintéticas y ataques de phishing hiperpersonalizados, hasta malware que evade la detección, los criminales están aprovechando el poder de los datos para imitar comportamientos y explotar vulnerabilidades en tiempo real.
El Fraude con IA: Un Golpe Doble al Bolsillo y la Confianza
Más allá del daño económico, que podría recuperar hasta el 16% del presupuesto gubernamental si se controla, el impacto social es devastador. Un 96% de los encuestados reconoce que estos fraudes han erosionado la confianza de los ciudadanos en sus propias instituciones.
Mario Ulloa, líder de Sector Público para Latinoamérica en SAS, lo deja claro: «Estamos en un punto de inflexión. Los gobiernos del futuro serán aquellos que inviertan de manera correcta en IA y en IA generativa para ayudar a revertir las pérdidas por fraude y restaurar la confianza». De hecho, datos estadísticos sugieren que el uso de IA para prevenir fraudes podría aumentar la recaudación fiscal entre un 3% y un 5%, un tesoro de recursos para cualquier estado.
Menos Recursos, Más Voluntad Digital
Aunque el 85% de los funcionarios considera la lucha contra el fraude una prioridad, solo un 10% tiene las herramientas necesarias. La falta de talento analítico, tecnología y presupuesto son los principales obstáculos.
A pesar de ello, el panorama no es del todo sombrío. La voluntad de cambio es evidente. Se espera que el uso de tecnologías de análisis de redes para detectar fraudes pase del 32% actual a un impresionante 87%. Además, casi todas las agencias (97%) planean adoptar herramientas de IA generativa en los próximos dos años.
Actualmente, el 50% de los encuestados ya utiliza IA para combatir el fraude, destacando como principal beneficio el aumento en la eficiencia del personal (57%). Sin embargo, existen preocupaciones legítimas sobre la privacidad, la seguridad y el uso ético de la IA, lo que subraya la necesidad de una implementación responsable y transparente.
Este y otros temas clave serán el centro de debate en el SAS Innovate on Tour México, un evento que promete ser un punto de encuentro crucial para la transformación digital en el sector público.