El mundo del teatro mexicano está de luto. Este 9 de enero, se confirmó el fallecimiento del actor y director regiomontano Enrique Páez Rubio a los 61 años, después de una valiente batalla contra el cáncer. Su legado artístico y humano deja una huella imborrable en Monterrey y en los corazones de quienes disfrutaron de su trabajo en el escenario.
Una carrera marcada por la pasión teatral
Enrique Páez Rubio es recordado principalmente por su participación en la obra teatral «Claudio, ¿eres eso?», una puesta en escena que revolucionó el teatro regiomontano en los años 90. Esta obra, donde compartió créditos con el actor Renán Moreno, fue relanzada años después bajo el título «Claudio, ¿todavía eres eso?», consolidándose como un clásico del teatro local.
Además de su éxito en los escenarios, Enrique también brilló en otras producciones como:
- «La palabra divina»
- «Gritos, plumas y lentejuelas»
- «Mata Hari vestida para espiar»
En el cine, participó en adaptaciones teatrales como «Luto, flores y tamales» y «Adictos», mientras que en la televisión conquistó al público con su carismático personaje de El Pachuco Regalón en el programa «Acábatelo» junto a Mario Bezares.
El emotivo adiós de Renán Moreno
Fue su amigo y colega Renán Moreno quien dio la noticia de su fallecimiento a través de un conmovedor mensaje en redes sociales.
“Dios le dé consuelo a tu familia, pero sobre todo a tu gran esposa Carmeli y tu estupenda hija Estefanía, que vieron por ti hasta el último respiro”, escribió Moreno, recordando la fortaleza de la familia de Páez Rubio durante su lucha contra el cáncer.
Frases que reflejan su espíritu
En sus últimos días, Enrique compartió reflexiones que muestran su profunda conexión con la vida y el arte. Entre ellas destacó:
- «Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta.»
- «El privilegio de una vida es convertirse en quien realmente eres.»
Estas palabras resonaron entre sus seguidores, quienes encontraron en él no solo un actor talentoso, sino también un ser humano lleno de sensibilidad y profundidad.
El legado de un ícono
Enrique Páez Rubio será recordado como un referente del teatro regiomontano, alguien que dedicó su vida a enriquecer la cultura y a transmitir emociones a través del arte. Su esposa, Carmeli Santelices, y su hija, Estefanía Páez, ambas involucradas en el gremio artístico, estuvieron a su lado hasta el final, apoyándolo en cada momento de su lucha.
El teatro regiomontano despide a un gigante
La comunidad artística local ha expresado su tristeza por la partida de Enrique, reconociendo su impacto como actor, director y amigo. A través de redes sociales, fanáticos, colegas y amigos han compartido mensajes en su honor, recordando los momentos inolvidables que regaló en el escenario.
Hoy, el teatro regiomontano pierde una estrella, pero su luz seguirá brillando a través de su legado y en los corazones de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y disfrutar de su arte.
