USDT domina en México, los pagos en tiempo real se expanden y plataformas como Cloudbet integran métodos locales para un ecosistema financiero mucho más estable y sofisticado
Escrito por: Rodrigo Pujol Del Toro
Mientras el mundo sigue discutiendo si las criptomonedas son demasiado volátiles, América Latina ya las convirtió en una herramienta cotidiana para proteger el bolsillo y mover dinero sin fronteras. Al cierre de 2025, la región no solo reafirma su fama de early adopter, sino que se posiciona como uno de los laboratorios financieros más interesantes del planeta: aquí, la cripto con propósito es la que manda, y tiene nombre propio: stablecoins.
De acuerdo con el informe 2025 LATAM Crypto Adoption de Chainalysis, entre julio de 2022 y junio de 2025 se movilizaron casi 1.5 billones de dólares en volumen transaccionado en activos digitales en la región. Brasil lidera con 318.8 mil millones de dólares, seguido por Argentina (93.9 mil millones), México (71.2 mil millones), Venezuela (44.6 mil millones) y Chile (23.8 mil millones. Cifras que confirman que Latinoamérica ya juega en las grandes ligas de la economía cripto.
Otro dato clave del reporte: 64% de la actividad cripto en LATAM ocurre en exchanges centralizados, lo que revela una preferencia clara por infraestructura accesible, conectada a moneda local y, cada vez más, alineada con marcos regulatorios emergentes.
En este contexto, una tendencia brilla por encima del ruido: el avance imparable de las stablecoins. En países como Brasil, Colombia, Argentina y México, más del 50% de las compras de cripto en plataformas centralizadas corresponden a activos vinculados al dólar, como USDT o USDC. ¿La razón? Una combinación muy latina: inflación persistente, controles de capital, tipos de cambio frágiles y una digitalización financiera que ya no tiene vuelta atrás.
Las stablecoins se volvieron la herramienta ideal para quienes necesitan resguardo de valor, liquidez inmediata y un medio de pago digital sin depender totalmente del sistema bancario tradicional. Lo que hace unos años parecía un nicho de geeks, hoy es parte de la estrategia de comercios, freelancers, creadores de contenido y usuarios de a pie.
El panorama de pagos también está cambiando a toda velocidad. El reporte “Payments Without Borders” de J.P. Morgan muestra cómo la región avanza hacia pagos en tiempo real e interoperabilidad transfronteriza, impulsada por sistemas como PIX en Brasil y proyectos como Nexus, que conectan infraestructuras de distintos países. Este cambio estructural hacia plataformas de pago más inteligentes encuentra un espejo directo en soluciones del mundo cripto como Cloudbet, que ya integra on-ramps como Swapped y MoonPay para facilitar la compra de activos digitales con métodos de pago locales.
En la práctica, esto se traduce en experiencias mucho más fluidas: Cloudbet solo muestra los métodos disponibles según el país del usuario, alineados con cada mercado. En México, por ejemplo, Swapped.com despliega opciones como PSC, E-cash, E-wallet y SPEI, mientras que en Chile aparecen alternativas como PSC, E-cash y CAIXA. Este tipo de regionalización inteligente convierte lo que antes era un proceso complejo en algo tan sencillo como pagar en cualquier e-commerce.
En paralelo, el Innovation Forum 2025 de Mastercard confirmó que el futuro del comercio digital se mueve hacia modelos basados en tokenización, inteligencia artificial y activos digitales, en un entorno donde las finanzas tradicionales conviven cada vez más de cerca con las digitales.
En México, esa madurez ya se nota en los datos. De acuerdo con información interna de Cloudbet, durante el primer semestre de 2025, Tether (USDT) fue la criptomoneda más utilizada por sus usuarios mexicanos, superando a Bitcoin (BTC) y USD Coin (USDC).
La explicación es contundente: USDT se ha convertido en la favorita gracias a su vinculación 1:1 con el dólar, su alta liquidez y su compatibilidad con redes de bajo costo como Tron o Binance Smart Chain, que permiten operaciones rápidas y con comisiones mucho menores. En otras palabras, la cripto dejó de ser solo una apuesta especulativa: en México ya funciona como herramienta práctica para preservar valor, mover dinero y manejar liquidez en el día a día.
Vistos en conjunto, los hallazgos de Chainalysis, J.P. Morgan, Mastercard y Cloudbet dibujan una conclusión clara: 2025 marca un punto de inflexión para Latinoamérica. La región se mueve hacia un ecosistema financiero más conectado, estable y sofisticado, donde la estabilidad —y no la volatilidad— empieza a ser el nuevo símbolo de progreso.
Más que una moda cripto, lo que está ocurriendo en América Latina es un rediseño silencioso de cómo entendemos el dinero, el ahorro y el valor. Y, como siempre, la región no está esperando a que el resto del mundo se decida: ya está probando, adoptando y escalando el futuro financiero en tiempo real.
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