Entre aromas irresistibles, más de 15 toppings y un ambiente que sabe a ciudad, este spot se ha vuelto el lugar obligado para las tardes con amigos.
Por: Rodrigo Pujol Del Toro
El verano no se acaba hasta que pruebas un hot dog de Hot Dog Ramírez. Este icónico lugar, que ya es un clásico de la escena urbana capitalina, se convierte en el punto de encuentro perfecto para las tardes de fin de temporada: mesas llenas de risas, música de fondo, bebidas frías y ese aroma irresistible que solo un hot dog recién hecho puede ofrecer.
La propuesta es simple, pero poderosa: elegir entre salchicha tipo Frankfurt o de pavo y darle personalidad con más de 15 toppings que llevan tu antojo al siguiente nivel. Desde guacamole cremoso y queso fundido hasta jalapeños encurtidos y tocino crujiente, cada bocado es un viaje de sabor. Todo acompañado de papas doradas y una bebida bien fría para redondear la experiencia. Y si buscas un toque de novedad, pregunta por la receta especial del mes, pensada para sorprender hasta al foodie más exigente.
Porque aquí todos son bienvenidos, Hot Dog Ramírez también ofrece opciones vegetarianas y sin gluten, confirmando que la inclusión también se sirve en pan. Su vibra es relajada, su servicio es rápido y su concepto es perfecto para quienes quieren comer rico, sin complicaciones y en un ambiente que huele a barrio cool.
Con sucursales en Zamora, Chapultepec, Lucerna y Sullivan, este verano no hay excusas para no dejarte caer. Y si quieres mantenerte al día con las novedades, síguelos en Instagram, Facebook y TikTok como @HotdogRamirez.
En un verano donde la ciudad no se detiene, Hot Dog Ramírez es la parada obligatoria para cerrar la temporada con buen sabor.
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