Dormir bajo las estrellas sin renunciar al confort: así es el glamping en Yucatán, una experiencia única que une naturaleza, cultura maya y bienestar total.

Por Rodrigo Pujol Del Toro
En los últimos años, el glamping en Yucatán se ha convertido en una de las experiencias más deseadas por quienes buscan escapar del turismo masivo y reconectar con la naturaleza sin perder el lujo. Y no es casualidad: este estado del sureste mexicano ofrece un escenario inigualable para vivir el equilibrio perfecto entre aventura y confort.
¿Qué es el glamping y por qué está de moda en Yucatán?
Glamping, la fusión entre glamour y camping, nació como respuesta al deseo de muchos viajeros de acampar sin las incomodidades típicas de una casa de campaña tradicional. Aunque el término es moderno, la práctica tiene raíces históricas en las expediciones de reyes y aristócratas que montaban campamentos con alfombras, cocineros y camas reales. Hoy, el glamping en México—y en particular en Yucatán—responde al turismo consciente: experiencias auténticas, sostenibles y memorables.
En la Tierra del Mayab, donde la selva, los cenotes y los vestigios arqueológicos conviven con una cultura viva, el glamping toma una dimensión espiritual y sensorial. No solo se trata de dormir al aire libre, sino de vivir profundamente el entorno, despertar con los sonidos del monte, cenar bajo el cielo estrellado y conectar con las raíces ancestrales de la región.

🏕️ 4 experiencias de glamping en Yucatán que debes vivir
1. Glamping en Sotuta de Peón: historia viva entre henequén y cenotes
Ubicada en una hacienda del siglo XIX aún en funcionamiento, Sotuta de Peón ofrece una experiencia de glamping que es un viaje al pasado con comodidades del presente. Tiendas perfectamente integradas al paisaje, rodeadas de plantaciones de henequén, cenotes ocultos y caminos de piedra. Aquí podrás recorrer la hacienda en un truck (vagón tirado por mulas), conocer procesos tradicionales, degustar platillos regionales y convivir con comunidades mayas que mantienen viva la herencia local.
2. Camping Viatura en Hacienda Xtojil: domos de lujo entre jardines tropicales
Viatura lleva el concepto de glamping a otro nivel con un enfoque itinerante que transforma cada espacio en una postal de ensueño. En la Hacienda Xtojil, sus domos geodésicos de diseño futurista están equipados con camas king-size, iluminación ambiental, terrazas privadas, áreas de fogata y cenas al aire libre. Todo rodeado de jardines exuberantes, aves exóticas y una arquitectura colonial que cuenta historias. Ideal para quienes buscan combinar diseño, ecología y desconexión.
3. Destino Mío en Tekax: glamping holístico en el corazón de la selva
Destino Mío no es solo un hotel: es un santuario. Este espacio en medio de la selva ofrece una zona de glamping equipada con baños privados, aire acondicionado y terrazas privadas. Pero lo que realmente lo distingue es su enfoque en el bienestar: temazcales, rituales de sanación, sesiones de yoga y gastronomía orgánica basada en ingredientes locales. Perfecto para quienes quieren una experiencia espiritual en Yucatán con todas las comodidades.
4. Hameki en Homún: cenotes, naturaleza y descanso para toda la familia
En Homún, dentro del anillo de cenotes, Hameki ofrece una experiencia de glamping familiar y relajada. Aquí puedes explorar grutas subterráneas con estalactitas milenarias, nadar en aguas cristalinas o descansar en una hamaca sobre una piscina de piedra natural. Las actividades incluyen masajes, juegos para niños, columpios, brincolines y más. Es el lugar perfecto para quienes viajan con niños o en pareja y quieren combinar aventura con descanso.

Turismo sostenible y lujo consciente en Yucatán
El glamping en la Tierra del Mayab no es solo una tendencia de Instagram. Es una propuesta turística que apuesta por el respeto al entorno, la economía local y el confort sin excesos. Muchos de estos espacios utilizan energía solar, materiales biodegradables y alimentos de productores locales. Además, generan empleos para comunidades rurales y promueven el rescate de prácticas ancestrales.
Dormir en medio de la selva ya no significa incomodidad. Significa redescubrir el verdadero lujo del siglo XXI: silencio, naturaleza, conexión, autenticidad. Yucatán, con su cultura viva, sus paisajes únicos y su gente hospitalaria, está liderando esta nueva forma de viajar.
Si estás planeando tus próximas vacaciones, no lo pienses más. Atrévete a dormir bajo las estrellas, flotar en un cenote al amanecer y cenar a la luz del fuego. Tu próxima gran experiencia está en Yucatán.
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