Cuatro funciones. Una historia inolvidable. Paola Gómez y Óscar Acosta te van a hacer creer de nuevo en los sueños, en el amor… y en el teatro.
Por Rodrigo Pujol Del Toro
Cuando todo parece ruido, luces y efectos especiales, llega un musical pequeño pero gigante en emociones. “Papi Piernas Largas”, la entrañable historia basada en la novela de Jean Webster, regresa al Teatro Hidalgo por una corta pero poderosa temporada de cuatro únicas funciones: 17, 24, 31 de julio y 7 de agosto, todos los jueves a las 20:30h. Dirigida con sensibilidad quirúrgica, producida por Juan Torres, y protagonizada por Paola Gómez y Óscar Acosta, esta obra es un regalo para el alma. Y sí, lo decimos con todas las letras: vas a salir del teatro distinto.
La trama sigue a Jerusha Abbott, una huérfana con talento para escribir, que recibe la oportunidad de estudiar en la universidad gracias a un misterioso benefactor anónimo al que debe enviarle cartas contando su progreso. Ese benefactor es “Papi Piernas Largas”, un hombre al que nunca ha visto pero que se convierte, sin saberlo, en parte esencial de su crecimiento emocional, intelectual… y sí, también romántico.
La magia de esta puesta está en su minimalismo. No hay grandes escenografías, ni coros multitudinarios. Hay dos actores, una historia profundamente humana, y una partitura conmovedora de Paul Gordon que actúa como tercer personaje. La música no solo adorna, narra y potencia cada emoción. Es el alma sonora de Jerusha.
Paola Gómez deslumbra con una Jerusha luminosa, poderosa, honesta. Su voz y su presencia llenan cada rincón del Teatro Hidalgo. Tiene esa rara habilidad de hacerte reír con ternura y llorar con gratitud en la misma escena. A su lado, Óscar Acosta le da vida a un Jervis Pendleton tan contenido como conmovedor. No hace falta una declaración rimbombante: sus silencios dicen tanto como las cartas de Jerusha. Juntos construyen una química que trasciende el escenario.
La producción de Juan Torres, que ya nos ha entregado joyas teatrales antes, apuesta por lo íntimo en un momento donde lo estridente parece dominar la cartelera. Y eso es precisamente lo que hace a “Papi Piernas Largas” imprescindible. Porque en una hora y media te recuerda que todos necesitamos ser vistos, que la educación cambia destinos y que la bondad anónima puede tener un poder revolucionario.
La ambientación del Teatro Hidalgo, con su atmósfera cercana, logra lo que pocos montajes: hacer que el público se sienta dentro de la historia. Cada carta, cada descubrimiento, cada canción se vive como si fueras tú quien la escribe o la recibe. Más que una obra, es una conversación íntima con el corazón.
No dejes pasar esta oportunidad. No es un musical más. Es un llamado a la esperanza, una carta de amor al poder de creer, una cita con tu yo más soñador.
Los boletos ya están disponibles por Ticketmaster y en taquillas. Y créenos: después de ver “Papi Piernas Largas”, vas a querer escribirle una carta a quien creyó en ti cuando tú no sabías cómo hacerlo.
