
·La marca une a la comunidad de artesanos de Huanchaco y a su agencia Leo Lima en un proyecto que preserva la tradición de la totora y crea un modelo de economía sostenible con impacto global.
Corona, la marca global de cerveza reconocida por su compromiso con la naturaleza y la vida al aire libre, presenta una iniciativa que conecta tradición, sostenibilidad y diseño en una sola idea: transformar el tejido ancestral de la totora en mobiliario rústico para los bares Corona alrededor del mundo.
El proyecto, desarrollado junto a su agencia Leo Lima, nace con un doble objetivo claro. Por un lado, ofrecer a la comunidad de artesanos de Huanchaco —guardianes de una técnica milenaria que hoy corre el riesgo de desaparecer— una alternativa real de economía sostenible que permita mantener viva la tradición del tejido de totora. Por otro, responder a una necesidad concreta de la marca: equipar los bares Corona globales con sillas, mesas y bancas que reflejen su estética natural, rústica y auténtica.
Huanchaco, cuna de los históricos caballitos de totora, se convierte así en el punto de partida de una cadena de valor que cruza fronteras. Lo que durante siglos fue una técnica transmitida de generación en generación, hoy se resignifica como diseño funcional, exportable y con propósito.
“Este proyecto no busca reinterpretar la tradición, sino darle continuidad. La totora no se reinventa, se respeta. Y al hacerlo, se crea una oportunidad económica real para una comunidad que mantiene viva una herencia cultural invaluable”, señala Beto Noriega, CCO de Leo Lima.
Leo Lima, agencia responsable del desarrollo creativo y estratégico de la iniciativa, fue clave en encontrar el match perfecto entre una necesidad global de marca y una solución local con impacto social y ambiental. El resultado es un verdadero win-win: los bares Corona alrededor del mundo se equipan con mobiliario auténtico, hecho a mano y con historia; mientras que los artesanos de Huanchaco encuentran una demanda constante y sostenible para su trabajo.
Más que una acción puntual, el proyecto propone un modelo replicable donde diseño, cultura y negocio conviven en equilibrio. Una idea simple, pero poderosa: cuando una marca global mira a lo local con respeto, el impacto puede ser verdaderamente universal.